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Nuevamente en ‘Plan a’

Tuve el agrado de participar nuevamente en el panel del programa «Plan a», del Canal 3 de Rosario. El tema en esta ocasión fue «La tecnología nos cambia la vida», con la presencia de docentes y especialistas en el tema, de nuestra ciudad. Estuvo gente de la municipalidad también, para hablar del sitio web y los trámites que se pueden agilizar mediante el uso del medio electrónico. Entre paréntesis, el sitio de la muni acaba de cumplir 10 años en línea, y además ha sido el proyecto ganador en los World Summit Awards 07 en Argentina, en la categoría e-gobierno.

Por supuesto hubo debate, pero como confirmando lo que dicen, de que el tiempo es tirano en televisión, quedó mucha tela para cortar en un tema difícil que necesita ser abordado desde varias áreas.

Desde mi participación preferí recordar la diferencia entre «tecnología» como concepto y lo que se estaba tratando en el debate, es decir, las «TICs» (tecnologías de la información y la comunicación). Me pareció oportuno destacar también la labor de los docentes en enseñarles a nuestros chicos a ser individuos reflexivos, que sepan leer, interpretar, comprender, evaluar lo que leen en cualquier lenguaje. Recordé las palabras de Juan I. Pozo:

El reto [de la escuela] es convertir esa información en conocimiento.

También me pareció oportuno recordar lo que nuestra admirada Beatriz Sarlo ha dicho en una oportunidad:

Cuanto más se sabe, cuantos más libros se han leído, mejores hojas se pescan en el torbellino de la red, donde las buenas soluciones las encuentran quienes también son capaces de encontrar las buenas soluciones en los libros impresos.

Es muy probable entonces, que no se sepa usar el soporte web porque no se sabe usar el soporte libro.

Concluímos en que creemos que el riesgo más grande que se corre es usar irreflexivamente estas tecnologías. Esto implica reconocer la importancia de las nuevas tecnologías y que en muchos casos, efectivamente, nos cambian la vida. Pero nos oponemos a la aceptación de la novedad por la novedad en sí, sin crítica ni reflexión, y sobre todo, sin la evaluación de posibilidades y riesgos. Y repudiamos aquella concepción de la tecnología como elemento que pudiera discriminar a las personas y profundizar una brecha que separe a individuos y a comunidades.

Como ya sucedió anteriormente, el trato amable y respetuoso nos hizo sentir como en casa.

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