Acaban de entregarse en la Universidad de Harvard los premios «más esperados del universo científico», al decir del Dr. Diego Golombek. Se trata de los Ig Nobel, galardón con el que los editores de Annals of Improbable Research proponen «celebrar lo inusual, honrar lo imaginativo y estimular el interés de todos por la ciencia, la medicina, y la tecnología». La consigna: reír y luego pensar, nada menos.
En la ocasión, merecieron este premio improbable:
- Ig Nobel en Medicina: método para utilizar montañas rusas para que salgan de una vez los cálculos renales.
- Ig Nobel en Antropología: evidencia de que, en un zoo, los chimpancés imitan a los humanos tanto y tan bien como los humanos imitan a los chimpancés.
- Ig Nobel en Biología: demostración de que los expertos en vino pueden determinar por olfato la presencia de una única mosca en el vaso de vino.
- Ig Nobel en Química: medición del grado con que la saliva humana es un buen agente de limpieza para superficies sucias.
- Ig Nobel en Educación Médica: por la realización de una auto-colonoscopía.
- Ig Nobel en Literatura: demostración de que la mayoría de la gente que usa productos complejos no lee el manual de instrucciones.
- Ig Nobel en Nutrición: cálculo de que la ingesta calórica de una dieta caníbal es significativamente menor que la de otras dietas carnívoras.
- Ig Nobel en Paz: medición de la frecuencia, motivación y efectos de gritar e insultar mientras se conduce un automóvil.
- Ig Nobel en Medicina Reproductiva: por utilización de estampillas postales para determinar el funcionamiento correcto del órgano sexual masculino.
Puede sonar raro y estrafalario, pero suele deparar sorpresas –ganadores del IgNobel que fueron también galardonados con el formalísimo Nobel por trabajos considerados más «serios»-, y aun por descubrimientos que, aun absurdos, logran finalmente cumplir con una función social. Todo en nombre de la ciencia.
Fuentes:
– @DiegoGolombek
– Improbable Research