Hay libertad de expresión en nuestro país. A todos aquellos que dicen que no pueden expresar sus opiniones, les digo: si das tu opinión, debes asumir el hecho de que te pueden llevar la contraria. Expresar una opinión tiene sus costes. Pero la libertad de expresión tiene sus límites. Esos límites comienzan cuando se propaga el odio. Empiezan cuando la dignidad de otra persona es violada. Esta cámara debe oponerse al discurso extremista. De lo contrario, nuestra sociedad no volverá a ser la sociedad libre que es.
Angela Merkel, canciller alemana, en su mensaje al parlamento alemán en noviembre de 2019 (extracto)
Todas las entradas de: Enrique Quagliano - 6. página
Michael Sandel: «Debemos criar niños que tengan un sentido de gratitud y humildad cuando tengan éxito»
En determinada manera, la meritocracia es un ideal atractivo porque promete que si todo el mundo tiene las mismas oportunidades, los ganadores merecen ganar. Pero la meritocracia tiene un lado oscuro. Hay dos problemas con la meritocracia. Uno es que en realidad no estamos a la altura de los ideales meritocráticos que profesamos o proclamamos, porque las oportunidades no son realmente las mismas. Los padres adinerados son capaces de transmitir sus privilegios a sus hijos, no dejándoles en herencia grandes propiedades sino dándoles ventajas educativas y culturales para ser admitidos en las universidades. De hecho, en las universidades de la denominada Ivy League (…) hay más estudiantes que pertenecen al 1% de las familias con más ingresos del país que al 60% con menos ingresos. Así que el primer problema de la meritocracia es que las oportunidades en realidad no son iguales. El segundo problema de la meritocracia tiene que ver con la actitud ante el éxito. La meritocracia alienta a que quienes tienen éxito crean que éste se debe a sus propios méritos y que, por tanto, merecen todas las recompensas que las sociedades de mercado otorgan a los ganadores. Pero si los que tienen éxito creen que se lo han ganado con sus propios logros, también tienden a pensar que los que se han quedado atrás son responsables de estar así. Así que el segundo problema de la meritocracia es un problema de actitud ante el éxito que lleva a dividir a las personas en ganadores y perdedores. La meritocracia crea arrogancia entre los ganadores y humillación hacia los que se han quedado atrás.
(…) Por decirlo de otro modo: en lugar de encarar directamente la desigualdad ofrecieron el mensaje de que se podía conseguir la movilidad individual si se accedía a la educación superior, decían que para ganar en la economía global había que ir a la universidad y sacarse un título universitario, porque el dinero que uno iba a cobrar dependía de lo que había aprendido y estudiado, y que si uno se esforzaba podía lograrlo.
(…) Pero aunque puede ser de algún modo un mensaje inspirador, por otro lado es insultante, porque implica que si no has ido a la universidad y estás pasándolo mal en la nueva economía, la culpa de tu fracaso es sólo tuya. Y eso, insisto, es insultante para muchos trabajadores.
(…) Los que han llegado a la cima en la era de la globalización, llegaron a creer que su éxito era todo suyo porque lo habían ganado por sus propios méritos, y que los perdedores no tenían a nadie a quien culpar de su fracaso más que a ellos mismos. Eso refleja la idea meritocrática, porque si las posibilidades son iguales para todos, los ganadores merecen sus ganancias. A medida que estas actitudes se afianzaban, la arrogancia meritocrática llevó a los ganadores a creer que su éxito era el resultado de sus propios talentos y del trabajo duro, y llevó la desmoralización y la humillación a los perdedores. Y una de las formas más potentes y poderosas de reaccionar contra eso es la acción violenta y populista contra las élites. Muchos trabajadores sienten que las élites los desprecian, que no los respetan, no respetan el tipo de trabajo que hacen.
(…) Creo que deberíamos concentrarnos menos en preparar a la gente para la competencia meritocrática y centrarnos más en la dignidad del trabajo. Debemos impulsar medidas y políticas que hagan la vida mejor y más segura para los trabajadores, independientemente de cuáles sean sus logros y títulos académicos.
(…) Pero no me malinterprete: no digo que debamos abandonar el proyecto de igualdad de oportunidades. Ese es un proyecto muy importante, moral y políticamente. El error es asumir que crear más igualdad de oportunidades es una respuesta suficiente a las enormes desigualdades de ingresos y riqueza que ha provocado la globalización neoliberal.
(…) No debemos convertir la educación sólo en un instrumento de progreso económico, porque eso privará a nuestros hijos del amor por el aprender por el placer de aprender. Y otro aspecto importante que debemos inculcarles es que si tienen éxito el día de mañana será en parte gracias a su propio esfuerzo, pero en parte gracias también a sus maestros, a su comunidad, a su país, a los tiempos en que viven, a las circunstancias, a las ventajas de las que hayan podido disfrutar. Enseñar a nuestros hijos que su éxito sólo es resultado de su propio esfuerzo podría hacerles olvidar que están en deuda con los demás, incluida su comunidad. Debemos criar niños que tengan un sentido de gratitud y humildad cuando tengan éxito.
Michael Sandel, filósofo. Extractado de una entrevista de BBC News a propósito de su nuevo libro, «La Tiranía de la Meritocracia». Imagen: Memo.com.ar
Cuando vimos la Tierra por primera vez desde el espacio
Las imágenes que acompañan a esta entrada son dos de las fotografías tomadas el 24 de octubre de 1946, cuando vimos nuestro planeta por primera vez desde el espacio.
Luego de finalizada la II Guerra Mundial, un equipo de militares y científicos lanzó un cohete V-2 ensamblado a partir de piezas obtenidas luego de la rendición alemana. Aquel día, en el desierto de Nuevo México comenzaba una nueva era: la tecnología avanzada de cohetes se utilizaría para adquirir nuevos conocimientos, no para la guerra.
La operación consistió en sujetar una cámara cinematográfica de 35 mm al cohete y lanzarlo a alta velocidad, mientras la cámara tomaba una nueva imagen cada segundo y medio. Los fotogramas se almacenaron en un rollo de película. El equipo se internó luego en el desierto para recuperar los datos.
Cuando llegaron al lugar de aterrizaje, los científicos encontraron la cámara hecha pedazos pero con la película intacta, protegida dentro de una caja de acero. Las fotos eran de baja calidad, pero claramente se podían apreciar por primera vez desde el espacio, las nubes y la curvatura del planeta.
Fuente del texto e imagen: Quora
Docencia en la pandemia: un relato que es todos los relatos
Claudia Abraham es una amiga de un amigo.
No aparece en los canales de televisión, las radios o los periódicos. No le consultan sobre la pandemia o acerca de la educación en cuarentena. Tampoco se reúne en mesa redonda con aquellos que deciden cosas, como por ejemplo exponernos a los docentes al contagio por presión de los medios o la protesta de algunos padres. Nada de eso.
¿Quién es? Claudia se define a sí misma, qué mejor, como «solo una maestra que hace 29 años que transita por las aulas de la escuela pública y que apuesta a transformar junto a sus alumnos y sus padres este mundo tan injustamente desigual». Nada menos.
En esa apuesta rayana a la utopía, que nos hermana a los docentes en la tarea titánica de transformar por medio de la educación, Claudia nos representa a todos los docentes, creemos. De un modo u otro y en mayor o menor medida, su experiencia nos es común y de allí que sea tan valiosa: viene desde el llano y trae consigo el fuego en el que se cocina la realidad de cada escuela, cada alumno, cada familia y que hace probable aquella transformación.
Hasta aquí, una semblanza de quien nos representa, decíamos, con el texto a continuación, que compartimos con nuestros lectores agradeciendo la deferencia de Claudia de permitirnos publicarlo:
Qué pienso, cuál es mi situación.
Partimos de un piso común, que es el de reconocer que el Estado no se hace cargo de brindar herramientas para que docentes y alumnos tengamos acceso a las tecnologías, tanto en lo que implica la compra de computadoras como en lo que refiere a lo específicamente formativo.
En el “mientras tanto” -que ya lleva más de una década y media- muchos docentes nos fuimos comprando computadoras, y las familias de los niños que concurren a las escuelas públicas, incluso aquellas que viven en los barrios más humildes, fueron accediendo a celulares. El mayor problema, en el caso de los chicos, sigue siendo la conectividad. En mi caso particular, fui aprendiendo todo por ensayo y error.
Mi primer vínculo con la tecnología se dio en la segunda mitad de los ’90, cuando tuve que presentar trabajos en la facultad. Por supuesto que para esa época era impensable que pudiera comprarme una computadora; así que escribía los trabajos a mano y me iba a la casa de mi hermana a tipearlos. Digamos que estaba ante una preciosa máquina de escribir que me permitía borrar sin dejar marcas, guardar en un archivo y presentar de manera prolija las monografías y trabajos prácticos que entregaba a mis docentes de la Escuela de Letras.
Corría el año 2005 y yo seguía siendo una maestra pobre, con nulas posibilidades de adquirir tan preciado bien. Como ya tenía varios ciber cerca de casa, me iba allá a “escribir a máquina”.
Un día fui de visita a la casa de mi hermana, y mi sobrino Mauricio -que por entonces tenía 8 años- me dijo: “Tía, ya te abrí un correo. Vení que te enseño a usarlo”. De ese modo comenzó mi primera relación con Internet, lo cual me permitió recibir y enviar mails y leer distintos diarios y publicaciones.
En el año 2007 me compré la primera computadora e instalé cable e Internet en casa. Enorme fue mi felicidad cuando pude empezar a bajar libros que ya no se editaban, videos con música o películas. Escucho lo que decís sobre los dispositivos que se crearon cuando fue la Gripe A y quedo anonadada, porque en las escuelas de periferia como en la que yo trabajo, era impensable que los niños bajaran las actividades de una página web, como sí lo hacían los de las escuelas privadas.
Lo nuestro fue totalmente artesanal. El día en que se dispuso la suspensión de clases, preparamos actividades para un mes, las fotocopiamos para cada alumno y las dejamos en la escuela para que las mamás o los papás las retiraran en dirección.
En el año 2010 abrí mi cuenta en Facebook, y eso me permitió ponerme en contacto con gente del mundo real y el virtual. Entre los de la vida real, están varias generaciones de alumnos y padres. Con esto pude solucionar un problema cuando faltaba algún chico, porque enviaba las actividades por Messenger. También les sirvió a muchas mamás que estaban terminando la escuela secundaria con el Plan Fines o el Programa Vuelvo a Estudiar y me consultaban si tenían una duda, y a otras, que cursaban las carreras de Psicología, Historia o Ciencias de la Educación para que les hiciera alguna corrección de estilo en los trabajos que tenían que presentar.
Al día de la fecha, mi vínculo con la tecnología es el que me permiten mis posibilidades económicas. He tenido que priorizar cuestiones de salud que me resultaron sumamente costosas y no pude actualizar programas ni incorporar una cámara para hacer zoom. Tengo un celular que solo sirve para hablar y enviar mensajes de texto, y la pandemia me llegó en estas condiciones.
Supongo que te preguntarás cómo trabajé este año con chicos de tercer grado a los que apenas había visto seis días (en marzo tuvimos paros de 48 y 72 horas durante las primeras semanas). Como pertenezco al siglo pasado, buena parte de mi vínculo pedagógico ha sido epistolar. Todas las semanas desarrollaba mis clases por escrito, como si estuviera frente al aula, y una vez finalizadas las explicaciones, presentaba las actividades. Utilicé como recursos diferentes tipologías textuales y videos de YouTube.
Una vez armada la clase, se la enviaba por Messenger a una mamá, que se ocupaba de mandarla por WhatsApp al grupo de padres. Esto significa que hubo una importantísima mediación de los adultos para que los chicos pudieran trabajar porque tenían que leerles los textos que yo escribía. Muchos lo hacían desde el celular. Otros imprimían los archivos en una fotocopiadora que está en el barrio. El Ministerio de Educación de la Provincia mandó cuadernillos (una sola serie) en el mes de julio. La dirección de la escuela se ocupó de repartirlos junto con la merienda; algo que se hacía cada 15 días. Como yo ya venía planificando, me pareció que lo más adecuado era seguir trabajando del mismo modo en que lo venía haciendo y seleccionar aquellas propuestas de la publicación que resultaran útiles. De Nación también nos llegó material en el mes de agosto e hice lo mismo (de un total de seis series nos llegaron cuatro). Sé que en algunas instituciones se decidió trabajar solamente con los cuadernillos y que en otras hubo docentes que optaron por no usarlos. Para mí era importante que también tuvieran contacto con material impreso, sobre todo porque en tiempos de normalidad, siempre armé biblioteca del aula (la mayor parte de mi carrera fue con libros míos y a partir del 2010 con los libros hermosos que nos llegaron de Nación).
Hasta mediados de octubre, cada 15 días, las familias le acercaban los cuadernos a una mamá, que se encargaba de traérmelos a casa en el auto para que yo los corrigiera y a los cuatro o cinco días se los devolvía. Si algún chico tenía alguna dificultad, las mamás me enviaban mensaje por Facebook y yo me comunicaba desde mi teléfono fijo con ellas o con sus hijos para explicarles algo. Había quienes por falta de conectividad no podían bajar los videos, pero tenían las netbooks que los hermanos mayores habían recibido a través del Conectar Igualdad durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner. Como podían movilizarse en moto porque sus empleos quedaban en la zona céntrica, les cargaba los videos en un pen drive. Hubo un caso de un niño que durante todo el año me mandó fotografías de sus trabajos y yo hacía la devolución por Messenger. Se dieron situaciones de mamás que no podían bajar los archivos porque tenían roto el celular y tampoco tenían dinero para las fotocopias. En esos casos, como tengo un abono mensual con la señora de la fotocopiadora, le hacía la transferencia y las pagaba yo (nada del otro mundo, porque la mayoría de los docentes de las escuelas carenciadas lo hacemos siempre).
A fines de octubre pude cambiar el aumento de los anteojos (tengo un problema severo en la vista). Como ya podía ver las imágenes con mayor nitidez, para que las familias no tuvieran que molestarse, les avisé que me mandaran las fotos con los trabajos de los chicos por Messenger o por mail a través de Google Classroom o a mi correo. Una buena parte lo hizo así. Otros prefirieron traerme los cuadernos a casa porque a los chicos les gustaba ver mi letra. No todo fue lineal a lo largo del año. Hubo momentos en los que se perdía el contacto con los chicos. Cuando esto ocurría, me comunicaba con las familias y el vínculo se retomaba. Sobre un total de 27 chicos, solo tuve dos casos en los que por más que hablé muchísimo, la respuesta fue muy escasa. Charlando con compañeras que cuentan con otro acceso a las tecnologías, me decían que mi situación no era diferente a la de ellas, y muchas de las dificultades que se presentan en la presencialidad, se replicaron en estas circunstancias.
En general, en la comunidad en la que trabajo, el acompañamiento familiar es mayor durante el primer ciclo y puede llegar hasta cuarto grado. En los últimos tres años del nivel, esto se reduce. Estimo que la idea que prima es que una vez alcanzada la alfabetización inicial, ya pueden moverse con más independencia.
Creo que es necesario pensar este momento que vivimos desde distintas aristas. La falta de conectividad es uno de los aspectos a tener en cuenta; pero no es lo único. Hay padres que ni siquiera pudieron terminar la escuela primaria; hay quienes se quedaron sin empleo (el 90% tiene formas de contratación precaria) y les costó un montón reinsertarse; otros sobreviven con changas y también están los que todavía se encuentran desocupados y ya ni siquiera cobran el IFE (que es poquísimo dinero). Esto provoca angustias, malestares y conflictos. Entonces habría que preguntarse, cuánta voluntad le queda a un adulto para ocupar un lugar que era desconocido para él, porque este trabajo nos corresponde a los docentes.
Valoro muchísimo el aporte de las tecnologías, y con un poco de suerte, para fines de mes voy a poder actualizar programas, incorporar una cámara y seguir aprendiendo más cosas; pero estoy convencida de que la presencialidad es insustituible. No sé cómo será este año, porque todo está en el plano de lo hipotético y lo que hoy es una tajante afirmación, mañana puede ser todo lo contrario.
Un abrazo.
Imagen: Politicayeducacion.com
Intromisión por medio de cámaras: cómo evitarlo
Tiempo atrás hablábamos en este mismo espacio sobre las fallas de privacidad en las cámaras de seguridad, mencionando incluso algunos estudios realizados en los que se afirmaba que estas fallas permitirían que una cuenta compartida aparentemente eliminada permanezca en su lugar con acceso continuo a la fuente de video, facilitando el acceso por parte de extraños indefinidamente, invadiendo la privacidad y grabando audio y video de manera encubierta.
Finalmente, lo que se temía sucedió: en el video aquí arriba se observa una de las muchas intromisiones que se produjeron, en este caso cuando un extraño tomó control de las cámaras Ring en un hogar de Staten Island (EE.UU.), estableciendo una conversación con el hijo de 13 años dentro de su casa. Estos dispositivos de vigilancia de Amazon incluyen además, altavoces y un micrófono integrado, de allí que puedan desarrollarse conversaciones mediante este sistema. Los dispositivos Ring necesitan una conexión inalámbrica a internet para funcionar.
No es el único caso: en el último año se han producido una cantidad de estas intromisiones, poniendo en riesgo la seguridad de los usuarios cuando un extraño toma control del sistema y registra lo que sucede dentro de la casa.
Digital Trends en español se contactó con Ring al respecto de estos incidentes, y un representante de la compañía afirmó que no se trató de una intrusión no autorizada. Según comentaron, al menos en uno de los casos los malhechores obtuvieron las credenciales de usuarios de Ring (por ejemplo, nombre de usuario y contraseña) de un servicio separado, externo y no perteneciente a Ring y las reutilizaron para iniciar sesión en algunas cuentas de Ring. En síntesis, aseguran que el culpable fue el usuario por usar el mismo nombre de usuario y contraseña en múltiples servicios. Habrá que creerles…
Hay varias acciones que el usuario puede llevar a cabo para evitar situaciones como las relatadas aquí. A continuación, algunos consejos brindados por la misma publicación:
- Habilitar la autenticación de dos factores. Este es un paso importante para mantener la seguridad de Ring. Se accede a la configuración en la aplicación, en el menú Cuenta y Autorización de dos factores.
- Gestionar bien las contraseñas. Se recomienda usar una contraseña única para la cuenta y crear contraseñas que sean difíciles de descifrar, mezclando números, letras mayúsculas y minúsculas y símbolos.
- No compartir la información de inicio de sesión. Si otros miembros de la familia necesita acceder al equipo, se lo puede añadir como un usuario compartido en la cuenta. Esto le dará acceso para ver videos, usar la función de conversación bidireccional y guardar videos, pero no tendrá la información de inicio de sesión de la cuenta principal.
- Evitar compartir los videos de vigilancia en las redes sociales.
- Usar firewall y antivirus.
- Mantener actualizado el software de la cámara. La cámara Ring al igual que todo otro dispositivo, necesita actualizaciones de rutina, particularmente en lo relativo a la seguridad.
Podemos afirmar que todas estas recomendaciones deberían aplicarse a todos los dispositivos y servicios que utilizamos, ya que en mayor o menor medida todos utilizan información personal que podría eventualmente poner en riesgo nuestra privacidad.
Fuente: Digital Trends en español
Hermosas vistas del planeta desde la ISS
La Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) orbita la Tierra a 386 km de altura, en el borde de la órbita terrestre baja. Está tripulada por astronautas de la NASA, por cosmonautas rusos y por una mezcla de astronautas japoneses, canadienses y europeos.
En esta transmisión desde la ISS, tenemos una vista real de la Tierra tal como la ve un astronauta. Dependiendo de la señal de la estación o si la ISS está en el lado nocturno de la Tierra, se verá una transmisión en vivo o una pregrabada. Cuando la transmisión sea en vivo, las palabras LIVE NOW aparecerán en la esquina inferior izquierda de la pantalla.
Las cámaras utilizadas tienen baja exposición a la luz, a fin de poder ver la Tierra a la luz del día. Por esa razón no se ven estrellas, aunque sí se pueden ver el Sol, la Luna y Venus. La Tierra y la Luna son cientos de miles de veces más brillantes que las estrellas más brillantes en estos videos. Las cámaras disparan 60 fotogramas por segundo con una exposición que permite obtener una buena vista de la Tierra, pero esta exposición es demasiado baja como para capturar estrellas más débiles.
Fuente: Space Videos
Júpiter y Saturno, en primera fila
Esta extraordinaria imagen de Júpiter y Saturno fue tomada durante la conjunción del lunes 21 de diciembre en Trenton, Florida, Estados Unidos. La captura se obtuvo a las 18:47 (hora local) con una cámara ASI 224MC y un telescopio Celestron C8 Edge. El crédito de esta maravilla le pertenece a Martin Wise.
Fuente: El Universo Hoy
Hallan un reservorio de hielo de agua casi pura en Marte
Acaba de descubrirse un reservorio de hielo a poca profundidad en Marte que podría usarse como fuente de agua, aunque no sería de fácil acceso: se encuentra en un terreno montañoso en el que sería muy difícil aterrizar.
Del análisis del terreno surgen algunos datos necesarios: el reservorio tiene unos 500 metros de espesor y casi un 100 por ciento de hielo, con escombros que cubren como máximo diez metros de espesor.
El mapeo global de las características de flujo viscoso (VFF), una agrupación general de características de flujo ricas en hielo en el hemisferio sur de Marte, muestra una concentración densa en Nereidum Montes, una cadena montañosa en el planeta rojo.
El estudio difundido por el Planetary Science Institute señala además, que en la subregión noroeste de aquellas montañas marcianas hay una gran cantidad de depósitos de manto ricos en hielo. Los investigadores estiman que serían las concentraciones más grandes de cualquier región no polar en el hemisferio sur.
Los datos para esta investigación fueron obtenidos gracias al Shallow Radar (SHARAD), un instrumento que se encuentra a bordo de la nave espacial Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA. Uno de los reservorios, indica el análisis, está compuesto de hielo de agua casi pura.
Fuente: Planetary Science Institute
Sonidos interplanetarios
La NASA acaba de publicar un audio de 60 segundos, captado el 19 de octubre pasado por uno de los micrófonos del vehículo explorador Perseverance, que actualmente realiza su vuelo interplanetario camino a Marte para arribar el próximo 18 de febrero.
«Sonidos interplanetarios del ‘rover’ Perseverance», tal el nombre de la publicación, se puede escuchar en SoundCloud. Pero, estimado lector, no espere nada espectacular: solo recoge los sutiles sonidos del funcionamiento de los mecanismos del propio ‘rover’. Pero claro, no deja de ser fascinante imaginar todo lo que rodea a la grabación de esos sonidos.
Las ondas sonoras no se propagan en el espacio abierto, pero sí viajan sobre objetos sólidos. Por esta razón se necesitan micrófonos para monitorear el funcionamiento del explorador, que se activan durante las verificaciones. El vehículo cuenta con dos micrófonos, uno instalado en la cámara SuperCam y otro denominado EDL que está diseñado para registrar el ingreso a la atmosfera y el aterrizaje del aparato. Captar los sonidos durante el viaje, significa que el sistema está en funcionamiento y listo para el momento de la llegada al planeta rojo.
La misión de este nuevo vehículo explorador será buscar rocas que contengan posibles signos de una antigua vida microbiana. Mientras tanto, podemos acompañarlo en su vuelo rumbo a Marte, desde el sitio de NASA.
Fuentes (foto y texto):
– Actualidad RT
– Sitio de NASA sobre la misión
El inventor de la Web es optimista
Tim Berners-Lee, de él hablamos por supuesto, es considerado el padre de la World Wide Web. El genio que alguna vez soñó con una web como espacio colaborativo y democrático, hoy cree que necesitamos una internet en la que los usuarios tengan más control de sus datos. Pero también es optimista: cree que eso es posible. Por eso puso en marcha su proyecto Solid, con el fin de generar un entorno online alejado de la centralización de los gigantes de la red -léase, Google, Facebook o Amazon. Para brindarle un marco adecuado, fundó la startup Inrupt.
El proyecto se inaugura con primer servidor dotado del sistema Solid destinado a empresas y desarrolladores. Una de las novedades más significativas que introduce este proyecto, es el POD (Personal Online Data), un contenedor digital que almacena los datos personales de un usuario, y es él mismo quien tiene la llave para controlar el acceso a la información. Funciona así: el POD se almacena en la nube de un proveedor -en Inrupt, la comunidad Solid o incluso usuario mismo- y se comunica con el servidor Solid. Entidades como el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido ya piensan usar este sistema para unificar los historiales médicos.
“Tú controlas la información”
Si necesitaran un lema, ese sería el más adecuado. El usuario es quien decide qué quiere compartir y con quién quiere hacerlo. Es sin dudas un enfoque que choca frontalmente con la visión de Google, Facebook, Amazon y de todos los gigantes digitales que basan su servicio en el análisis de los datos personales. Y lo que es más grave: ni siquiera sabemos qué aspectos personales están en juego en esa ruleta de bits.
Inicialmente, Solid no trata con el usuario final: quieren trabajar primero con grandes organizaciones para ayudarles con sus usuarios, según afirman. En esta etapa, compañías y desarrolladores tienen que trabajar juntos.
En Inrupt, una comunidad que cuenta con cientos de desarrolladores en todo el mundo, confían en que Google o Facebook se adaptarán con el tiempo. Ellos aseguran que esta es la forma en que Tim Berners-Lee imaginó la Web.
¿Podrá serlo?
Fuente: Elpais.com
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