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celeste y blanca

‘Será su peculiar distintivo la bandera celeste y blanca’

Elevadas las Provincias Unidas en Sud América al rango de una Nación después de la declaratoria solemne de su independencia, será su peculiar distintivo la bandera celeste y blanca que se ha usado hasta el presente y se usará en lo sucesivo exclusivamente en los Ejércitos, buques y fortalezas, en clase de Bandera menor, ínterin, decretada al término de las presentes discusiones la forma de gobierno más conveniente al territorio, se fijen conforme a ella los jeroglíficos de la Bandera nacional mayor. Comuníquese a quienes corresponda para su publicación. Francisco Narciso de Laprida, Presidente. Juan José Paso, Diputado Secretario.
Decreto redactado y presentado al Congreso de Tucumán por el diputado por Charcas, José M. Serrano. Aprobado en la Sesión del 20 de julio de 1816

Cuatro años antes, el 13 de febrero de 1812, el general Manuel Belgrano había propuesto al Gobierno la creación de una «escarapela nacional», un único distintivo que identificase a los diferentes cuerpos del Ejército. El día 18 el Triunvirato aprueba el uso de la escarapela blanca y celeste.

Llevado por el entusiasmo que le produce la aprobación, Belgrano diseña una bandera con los mismos colores y la enarbola por primera vez el 27 de febrero en Rosario, hace hoy exactamente 200 años, a orillas del río Paraná en proximidades del lugar en dónde se emplazó luego en 1957 el Monumento Nacional a la Bandera. Allí, en las baterías «Libertad» e «Independencia», Belgrano hace jurar la nueva enseña a sus soldados y luego envía una carta al Gobierno comunicando el hecho.

Afortunadamente, el rechazo del gobierno porteño le llegó muy tarde a Belgrano, cuando ya nuestra bandera celeste y blanca se había abierto su propio camino en la fundación de la «nueva y gloriosa Nación».

Fuentes: Texto: Efemérides Culturales Argentinas / Imagen: El Ciudadano