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Postman y las 5 cosas que necesitamos saber sobre el cambio tecnológico

Neil Postman fue un sociólogo y crítico cultural estadounidense, fallecido en el año 2003. Fue discípulo de Marshall McLuhan, director del Departamento de Cultura y Comunicación de la Universidad de Nueva York, y profesor de Ecología de los medios o Media Ecology. Gran parte de su obra se alza como una denuncia: la cultura ha sido secuestrada por la tecnología. Esto es, la seducción tecnológica se ha impuesto a la innovación social, a la creatividad cultural.

En una charla que presentó en Denver, Colorado, el 28 de marzo de 1998, titulada Five Things We Need to Know About Technological Change, propuso cinco cosas que necesitamos saber acerca de cualquier cambio tecnológico. Aquí, un resumen:

Primera idea

Para cada ventaja que una nueva tecnología ofrece, hay siempre una desventaja correspondiente. (…) Si dependiera de mi, prohibiría que cualquier persona hablara sobre las nuevas tecnologías de información a menos que tal persona pudiera demostrar que él o ella sabe algo sobre los efectos sociales y psíquicos del alfabeto, el reloj mecánico, la imprenta y el telégrafo. En otras palabras, si sabe algo acerca del costo de tecnologías importantes. La idea número uno, entonces, es que la cultura siempre paga un precio por la tecnología.

Segunda idea

Las ventajas y desventajas de nuevas tecnologías nunca están distribuidas equitativamente entre la población. Las preguntas, entonces, que nunca están lejos de la mente de una persona que tiene conocimiento acerca del cambio tecnológico son estas: Específicamente, ¿quién se beneficia con el desarrollo de una nueva tecnología? ¿Cuáles grupos, qué tipo de persona, qué tipo de industria serán favorecidos? Y, por supuesto, ¿cuáles grupos de personas serán afectados en consecuencia? Esta edad de la información puede convertirse en una maldición si estamos tan enceguecidos por ella como para no ver en dónde yacen realmente nuestros problemas. Es por eso que siempre es necesario que preguntemos a aquellos que hablan de manera entusiasta sobre la tecnología de computadores, ¿por qué lo hace? ¿qué intereses representa? ¿a quién espera darle poder? ¿aa quién va a quitarle poder? Con esto no quiero atribuir motivos desagradables, ni mucho menos siniestros a nadie. Sólo digo que dado que la tecnología favorece a ciertas personas y perjudica a otras, hay preguntas que siempre deben hacerse. Así que, siempre hay ganadores y perdedores en el cambio tecnológico, es la segunda idea.

Tercera idea

Incorporada en cada tecnología hay una idea poderosa, a veces dos o tres ideas poderosas. Estas ideas están, a menudo, ocultas a nuestra vista porque son de una naturaleza algo abstracta. Pero esto no significa que no tengan consecuencias prácticas. (…) cada tecnología tiene un prejuicio (…) Tal vez podemos decir que una persona informática valora la información, no el conocimiento, ciertamente no la sabiduría. De hecho, en la edad de los computadores, el concepto de sabiduría podría terminar por desvanecerse. Cada tecnología tiene una filosofía que es expresada en la forma en la cual hace que las personas usen su mente, en lo que hace a nuestros cuerpos, en cómo codifica el mundo, en cuáles de nuestros sentidos amplifica, en cuáles de nuestras tendencias emocionales e intelectuales ignora.

Cuarta idea

El cambio tecnológico no es aditivo, es ecológico. Un nuevo medio no agrega algo; cambia todo. Por eso debemos ser cautos frente a la innovación tecnológica. Las consecuencias del cambio tecnológico son siempre vastas, a menudo impredecibles y ampliamente irreversibles. Sus pruebas [IQ, SAT, GRE] redefinieron a lo que nos referimos como aprendizaje, y han llevado a que reorganicemos el currículo para acomodar las pruebas.

Quinta idea

Los medios tienden a volverse míticos. Uso esta palabra en el sentido en el cual fue usada por el crítico literario francés Roland Barthes. El usaba la palabra «mito» para referirse a una tendencia común de pensar en nuestras creaciones tecnológicas como si fueran dadas por Dios, como si fueran parte del orden natural de las cosas. Autos, aviones, TV, películas, periódicos han alcanzado un estatus mítico porque son percibidos como regalos de la naturaleza, no como artefactos producidos en un contexto político e histórico específico. Cuando una tecnología se vuelve mítica, es siempre peligroso porque entonces es aceptada tal cual, y por consiguiente no es fácilmente susceptible a modificación o control. (…) En cada gran tecnología hay incorporado un prejuicio epistemológico, político o social.

Sin dudas, provocador. Y en estos tiempos de medios entreverados con el poder y, al decir de Morozov, de solucionismo tecnológico, recuperarlo se hace necesario.


Fuentes:
reAprender
«Five Things We Need to Know About Technological Change»
InfoAmérica
Imagen:
Living in a Media World

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